AGRESIVO Y SILENCIOSO

LA PERIODISTA Christiane Amanpour de la cadena CNN, anunció hace pocas semanas que tenía cáncer de ovarios. Compartió con su audiencia que se había sometido a una exitosa cirugía y que estaba recibiendo quimioterapia.

Esta declaración llamó la atención del mundo sobre un tipo de cáncer que si bien no es tan frecuente como el de seno, provoca la muerte de miles de mujeres en el mundo anualmente.

La tasa de supervivencia a cinco años con cáncer de ovarios es del 61 por ciento en mujeres de menos de 65 años, mientras que en mujeres mayores de esa edad, disminuye a un 32 por ciento.

La detección temprana es uno de los factores clave. Para ello se emplean ecografías transvaginales y pruebas de laboratorio.

Karla Jiménez, jefa de Laboratorio de Labs, explica que con un examen de sangre se puede obtener valiosa información sobre la presencia de CA125, que pertenece al grupo de los marcadores tumorales que ayudan a determinar si una persona tiene indicios de cáncer de ovarios.

Sin embargo, es necesario que un especialista haga la interpretación del resultado tomando en consideración otros elementos, porque este valor se eleva por causa de otras condiciones.

“Cuando el resultado de este examen sale elevado no significa necesariamente que la paciente tiene cáncer, puede ser por la presencia de miomas (tumores benignos que crecen en el útero) o de endometriosis (crecimiento de un tejido fuera del útero), por eso es importante reforzar el resultado con otros exámenes, sintomatología y antecedentes familiares”, aclara la ginecóloga Celeste Díaz.

Los chequeos rutinarios con un especialista y la información sobre casos de la enfermedad previos en la familia son las mejores herramientas para detectarla en las primeras fases. Con esta información el médico dispondrá qué pruebas y exámenes requiere para descartar o confirmar la presencia de un tumor.

La especialista explica que el cáncer de ovarios es una enfermedad que avanza de manera silenciosa y es considerado el tumor más agresivo del sistema reproductivo femenino. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, es la sexta causa de muerte en mujeres en el Ecuador.