Editorial Vistazo

Un terremoto

La Corte Suprema de Estados Unidos, cuya mayoría es conservadora gracias a los nombramientos hechos durante la administración de Donald Trump, cambiaría la Ley que determina a nivel del país que una mujer es libre de abortar.

LAS SOSPECHAS de que la Corte Suprema de Estados Unidos quiere dar marcha atrás en el derecho al aborto sin limitaciones, se confirmaron cuando un borrador del texto del juez ponente Samuel Alito, misteriosamente se filtró al medio digital Político. La filtración tuvo el efecto de un terremoto, ya que organizaciones feministas y el Partido Demócrata han elevado sus protestas por la posible decisión.

La mayoría conservadora formada por los jueces Brett Kavanaugh, Clarence Thomas, Neil Gorsuch y Amy Coney Barrett habría votado para abolir la Ley Roe vs. Wade, emitida en 1973 que autorizaba en todos los estados de la Unión el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y practicarse un aborto sin restricciones. El texto de Alito es una respuesta a la demanda presentada por el estado de Mississippi de limitar el aborto hasta las 15 semanas de gestación. El argumento de los jueces conservadores es que en Roe vs. Wade se creó el derecho al aborto y la privacidad que no existe en la Constitución. Si se publica dicha sentencia, en los próximos meses los estados tendrán la libertad para definir si permiten o no el aborto o si cambian los plazos para hacerlo.

En la práctica, esto significará que por lo menos unos 26 estados emitirán leyes para suspender el aborto y estimarán su práctica como un delito. Los estados son considerados conservadores y están constituidos por poblaciones rurales; los más pobres y religiosos están en el sur del país, lo que impedirá que mujeres de escasos recursos aborten pues para hacerlo tendrían que viajar y pagar su costo en otros sitios.

Más allá del debate sobre el derecho a abortar, en el caso de esta filtración del texto han surgido múltiples interrogantes: ¿Quién lo hizo? Los dedos apuntan a que se trata de uno de los jueces de esa mayoría, que tenía el texto en sus manos y que a lo mejor tiene la intención de no aprobarlo, pero busca un respaldo popular para justificar su voto. Para los puristas, la filtración constituye una violación grave y empaña al poder judicial en su máxima expresión. El problema principal es que la Corte actual tiene una mayoría conservadora porque el expresidente Donald Trump nominó a varios jueces que reemplazaron a jueces progresistas y que torpedearon al expresidente Barack Obama la nominación de un juez progresista. El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, conservador moderado, va a emitir una opinión que apoya la Ley del estado de Mississippi pero no abolirá la Ley Roe vs. Wade. Roberts además ha ordenado una investigación para determinar quién filtró el documento. “Es una traición a la confidencialidad de la Corte”, ha dicho.

En tanto, la revelación ha despertado una gran actividad en los dos partidos de cara a las elecciones legislativas de noviembre. Los republicanos buscan que sus estados cambien las leyes, mientras que los demócratas quieren convertir en sitios seguros para los procedimientos a los estados que representan. A nivel popular, una encuesta hecha por The Washington Post y la cadena ABC por margen de dos a uno favorece que no se toque la Ley que permite abortar.

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2022-05-19T07:00:00.0000000Z

2022-05-19T07:00:00.0000000Z

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