PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

Con acuerdos comerciales lograremos que nuestros productos no sean castigados con aranceles al ingresar a los principales mercados internacionales. Miremos hacia un mercado de 7 mil millones de habitantes, no nos contentemos con uno minúsculo de 17 millones

SEGÚN EL BCE, el crecimiento del PIB en 2022 se desacelerará a 2,5%, luego de un rebote de 3,5% el año anterior. Si se cumple esta previsión, la economía no volverá a tener el tamaño que tuvo en 2019 sino recién en 2023. Esto significa que tampoco habría cabida para una recuperación significativa en el empleo adecuado ni en los indicadores de pobreza. ¿Cómo cambiar este escenario?

EL DESAFÍO ES ACELERAR EL CRECIMIENTO.

Corregir la crisis fiscal, ponerle ganas y ser optimistas es importante, pero insuficiente. En paralelo debemos recuperar competitividad a través de reformas estructurales profundas:

GUERRA AL TRÁMITE:

es urgente reducir costos y tiempos de emprender, trámites innecesarios y engorrosos. El objetivo es reducir las trabas a las iniciativas ciudadanas.

APERTURA DE MERCADOS:

con acuerdos comerciales lograremos que nuestros productos no sean castigados con aranceles al ingresar a los principales mercados internacionales.

Miremos hacia un mercado de

7 mil millones de habitantes, no nos contentemos con uno minúsculo de 17 millones de habitantes.

INTERNACIONALIZACIÓN BANCARIA:

enlacémonos con el ahorro internacional para lograr abundancia de oferta crediticia y menores tasas de interés. Este objetivo requiere crear una legislación financiera moderna, abrirnos a la competencia internacional y eliminar el ISD.

LEGISLACIÓN LABORAL MODERNA:

necesitamos una nueva legislación que dé un mayor campo de negociación a empleados y empleadores. Una legislación que reconozca que el mundo ya cambió y que adopte las mejores prácticas internacionales.

SISTEMA TRIBUTARIO COMPETITIVO:

terminemos con el círculo viciado de cada reforma tributaria que, al aumentar impuestos, solo impulsa una nueva escalada de gasto público. Es necesario priorizar el gasto público en lo importante (salud, educación y seguridad) y reducir en todo lo demás para que el Estado obeso deje de ser un lastre en el crecimiento.

APERTURA A LA INVERSIÓN PRIVADA:

la legislación vigente mantiene sectores cautivos para el Estado, pero este no tiene los recursos ni el conocimiento para desarrollarlos. Abramos el país a la inversión privada y construyamos seguridad jurídica.

Estas reformas estructurales requieren consensos políticos mínimos. !Que nuestros políticos se pongan como propósito de año nuevo alcanzarlos!