Editorial Vistazo

Benjamín Ortiz

La segunda novela de Benjamín Ortiz Brennan es una historia bien contada, en un lenguaje sencillo y accesible, que a pesar de centrarse en la construcción del Ferrocarril de (loy $liaro, narra conǀictos de hoy

(Patricia Estupiñán)

UNA HISTORIA BIEN narrada tiene un poder transformativo. Invita a descubrir y entender a través de los personajes la condición humana, que es la misma indistintamente de las culturas y los tiempos.

El Bicho que se bajó del Tren, la segunda novela de Benjamín Ortiz Brennan, es una historia bien contada, en un lenguaje sencillo y accesible, que a pesar de centrarse en la construcción del Ferrocarril de Eloy Alfaro, narra conflictos de hoy.

El argumento central de la obra gira sobre un amor sin futuro: el de un extranjero norteamericano que llega a dirigir la construcción del tren, y una joven, hija única de un viudo y rico hacendado y político conservador. La pasión de los años iniciales se extingue con las diferencias culturales entre el estadounidense y la ecuatoriana, la intromisión de la familia de ella en la vida de la pareja, y el ir y venir de la política del padre.

Si bien la historia cuenta el romance como eje, detrás de la relación de los dos esposos se dibuja

buscan ganar plusvalía de sus tierras, o el temor de ciudades que han quedado al margen y que exigen que el tren pase por ellas, porque de lo contrario tendrían una muerte segura.

La parte más interesante en el telón detrás del romance de la pareja está en las complejas relaciones políticas del país, dividido por una guerra entre conservadores y liberales, una guerra que buscó la separación de la Iglesia y el Estado y que costó muchas vidas, incluyendo la del fundador del Liberalismo,

Eloy Alfaro. En la novela hay claramente dibujados personajes que representan el fanatismo de conservadores, como un sacerdote que despotrica en el púlpito contra las reformas y un jefe militar de la guarnición de Huigra dispuesto a apresar a quien sea contrario a Alfaro, siempre y cuando no sea poderoso.

Hay algunos cabos sueltos, que pudieron ser desarrollados para que el cuadro esté completo, la historia de los jamaiquinos es tangencial como la de los otros norteamericanos que dirigen el Ferrocarril. No obstante, es un defecto menor en una historia bien contada, lograda por Ortiz, un periodista que sabe de primera mano la importancia de narrar la experiencia de los seres humanos y quien es un maestro del oficio, que ejerció por décadas como director de noticieros, del diario Hoy y consultor de comunicaciones. Por ello sabe narrar con precisión, sin adornos que desvíen la atención del argumento central. Esto permite al lector, leer y disfrutar el libro de una sentada.

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2022-01-14T08:00:00.0000000Z

2022-01-14T08:00:00.0000000Z

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