Editorial Vistazo

Va de retro

El líder chino Xi Jingping está determinado a reducir la importancia del sector de bienes y raíces, aunque eso signifique desacelerar la economia a niveles de los años noventa.

EL MANTRA ES “Viviendas para vivir, no para especular”. Xi Jingping ha decidido aplicar todos los correctivos para evitar una burbuja inmobiliaria.

Los primeros estertores se vivieron con el casi colapso del grupo Evergrande.

Los bancos chinos fueron instruidos por el gobierno a reducir el crédito para compradores de vivienda y, además, el gobierno está considerando seriamente imponer un impuesto a la propiedad. Según le dijo a Bloomerg Business Week, Chen Long, un economista de la Consultora Plenum en Beijing: “El presidente

Xi piensa que el sector inmobiliario es demasiado grande y personalmente está involucrado en el diseño y aplicación de las estrictas políticas de bienes y raíces. Ningún ministro puede atreverse a aflojarlas, sin su aprobación”.

El sector inmobiliario fue el motor para la rápida recuperación de la economía del país después de la pandemia de Covid-19. Sin embargo, según Xi conspira contra su campaña de “prosperidad común”, pues quienes han accedido a los apartamentos han sido chinos acomodados, que en lugar de usarlos como vivienda han buscado hacerlo como una inversión que produzca renta o gane en plusvalía. Muchos de estos apartamentos en lugar de estar habitados permanecen deshabitados por el exceso de ellos y la baja demanda.

La desaceleración del sector entre octubre de 2020 a 2021 fue de 33%, lo que puso a las grandes compañías al borde de la quiebra y según algunos economistas será de 10% en 2022. No obstante, para evitar disturbios so

La desaceleración China, la segunda economía del planeta, tendrá efectos en lugares tan lejanos como Australia y Brasil. Xi está dispuesto a esperar por lo menos hasta 2025, a que el sector inmobiliario tenga el tamaño que el gobierno quiere que tenga.

ciales, las consultoras serán obligadas a terminar los departamentos que fueron pre-vendidos. Por esta razón el crecimiento de China en 2022 será de 5%, que con excepción del año de la pandemia será el más bajo en tres décadas, coinciden analistas de los bancos Barclays y Goldman Sachs. Otros analistas como el banco Nomura apuntan inclusive más bajo, a 4.3%. Esto será un viento en contra para la economía mundial, que verá disminuir medio punto en su crecimiento global, ya que la economía china es la segunda en volumen.

Los efectos serán sentidos en todo el mundo en productores de minerales como Australia y varios países africanos, o en alimentos como soya en Argentina y Brasil; también se restringirán los proyectos internacionales. ¿Cuánto durará esta contracción? “Si Xi es serio, como se cree que lo es, volver a balancear la economía contrayendo el mercado de bienes raíces, estará preparado para un decrecimiento de algunos años en las actividades de construcción”, explicó Logan Wright del Group Rhodium, a la misma Bloomberg News and Business Week. En Goldman Sachs se estima que será hasta 2025, aunque con ello sacrifique un crecimiento de uno por ciento cada año.

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2022-01-14T08:00:00.0000000Z

2022-01-14T08:00:00.0000000Z

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