Editorial Vistazo

Patricia Estupiñán

@monestupinan Por Patricia Estupiñán

NEUROCIENTÍFICOS españoles pronostican que en los próximos 10 años los seres humanos nos convertiremos en híbridos: seremos uno con el Internet. Según explican en una entrevista a El País, Rafael Yuste, de 46 años, profesor de la Universidad de Columbia y Darío Gil, de 58 años, director Mundial de Tecnología de IBM: “Ahora dependes de tu teléfono móvil para hacer cada vez más cosas: encontrar una calle, usar el calendario, la agenda telefónica, la calculadora… En realidad lo único que hace el teléfono es conectarte a la red. Esta conexión en vez de estar en el teléfono en el bolsillo, lo vamos a tener directamente en la cabeza, por una interfaz cerebro-computadora. Estas interfaces serán posiblemente no invasivas y serán distribuidas de manera masiva a la población”. Ambos fueron parte de un panel de expertos citados a la Casa Blanca por el presidente Joe Biden, para analizar los avances de la Inteligencia Artificial. Estos avances, vaticinan ellos transformarán la naturaleza de la especie humana pues en el futuro nos comunicaremos directamente con el Internet a través de diademas, gorras y programas que estarán eventualmente al alcance de todos. El camino se ha iniciado, un ejemplo de esta conexión se observa cuando escribimos en el computador una frase y el autocorrector la completa.

Sin embargo, si bien la conexión directa ofrece excelentes posibilidades para avances en salud y ayudas a personas con deficiencias y discapacidades, también engendra un camino para controlar la mente, lo que es por principio aterrador.

Países que ya han estudiado esto, están buscando cortapisas legales. La nueva Constitución chilena que se está redactando tiene artículos que protege la información cerebral.

Indistintamente de la opinión que tengamos al respecto, los ecuatorianos veremos llegar los cambios. Sin embargo, para poder operar en este nuevo entorno, sin correr mayores riesgos estamos tan lejos de contar con esas competencias. Nuestro sistema educativo en todos los niveles está anclado en una estructura que podía responder a las exigencias de hasta hace un medio siglo, pero no a las actuales. Nuestro sistema político sigue operando con la misma dinámica de hace 40 años, donde los actores defienden el metro cuadrado de poder que creen tener, a costa de lo que el país requiere. A pesar de las emergencias de salud: en pleno rebrote del COVID-19, dirigentes campesinos y sindicales convocan a marchas con los mismos discursos de antaño. Gracias a que hemos tenido vacunas, no hemos contado como hace dos años por miles los muertos, muchos arrojados a las calles. Los desmanes en todas las ciudades por las fiestas de fin de año reflejan que no aprendimos nada de la tragedia, con consecuencias graves para la capacidad hospitalaria y la economía. Hemos retrocedido una década en índices de pobreza, porque desperdiciamos una bonanza petrolera y nos endeudamos para satisfacer intereses populistas, pero por principio se bloquea toda idea de cambio para generar empleo, que es la única fórmula efectiva para disminuir la pobreza.

Nuestro sistema político sigue operando con la misma dinámica de hace 40 años, donde los actores GHƿHQGHQ HO metro cuadrado de poder que creen tener, a costa de lo que el país requiere.

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2022-01-14T08:00:00.0000000Z

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