Editorial Vistazo

Una dosis de “realpolitik”

Los dimes y diretes fueron muchos. Tanto estadounidenses como británicos dicen que les comunicaron a los franceses la firma del acuerdo Aukus, que permite a Australia modernizar la fuerza de su Armada con varios submarinos nucleares. Los franceses sostienen que se enteraron por la prensa. Con el acuerdo, los australianos se retiran de una negociación previa que permitía a los franceses dotar de submarinos a los australianos valorados en más de 70 mil millones de dólares. En política internacional no existen países amigos, existen intereses. Los franceses que se consideran a sí mismos como expertos en relaciones internacionales, según el Wall Street Journal recibieron “una lección de realpolitik” de los americanos y los ingleses. Como consecuencia, para protestar el presidente Emmanuel Macron llamó a sus embajadores a consulta, una decisión que no tomaba en décadas Francia.

¿Qué hay detrás del barullo? El primer punto es claro: el presidente Joe Biden está decidido a no ceder espacio a las ambiciones del gigante chino en el Pacífico Sur. En un principio pensó que la Unión Europea, cuyas dos cabezas más visibles eran Macron y Merkel, hoy fuera del gobierno, le secundarían en su propuesta. Pero no fue así: se hicieron de la vista gorda y continuaron con los negocios boyantes con el gigante asiático, sobre todo el acceso a la tecnología 5G. Se piensa que detrás de esa estrategia estuvo Merkel, la quintaesencia del pragmatismo y también de la “realpolitik”, creada por el alemán Hans Morgenthau en el siglo pasado. Al ver, que la alianza contra China no progresaba y en acuerdo con Boris Johnson, quien está ansioso después del Brexit de demostrar su independencia, se acercaron a Australia para la propuesta.

Australia estaba harta de las humillaciones y represalias del gobierno de Xi Jinping.

Por haber exigido una investigación independiente a la Organización Mundial de la Salud sobre el origen del COVID-19, Xi suspendió las importaciones de langostas y vinos australianos, causando una crisis financiera en dos regiones australianas que vendían toda su producción de crustáceos y vinos a China. Por ello, trabajar y firmar el acuerdo fue rápido. Además, Australia moderniza su flota de submarinos con mejor tecnología. Los ofrecidos por Francia no tenían capacidad nuclear, que sí lo tienen los nuevos. Aukus es un tratado tripartito para compartir tecnología e inteligencia entre los tres países. El primer objetivo es la construcción de ocho submarinos nucleares, con capacidad para vigilar la creciente presencia china en el mar de Indonesia.

La ira de los franceses es comprensible. Hace cinco años, Francia había firmado un acuerdo con Australia para construir esa flota de submarinos no nucleares. El país pierde un gran contrato de armas, cuyos ingresos eran muy importantes para las Fuerzas Armadas francesas. Además, el acuerdo llega en un tiempo nada conveniente: Emmanuel Macron está buscando su reelección en abril de 2022 y Aukus definitivamente se considera su fracaso.

Emmanuel Macron había firmado hace cinco años un acuerdo por 70.000 millones de dólares para renovar la flota de submarinos australianos.

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2021-10-07T07:00:00.0000000Z

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