Editorial Vistazo

“Paciente cero”

Los hijos del doctor Eduardo Alcívar realizaron un documental sobre el año caótico que se vivió en su hospital. Testimonios desgarradores en tiempos de pandemia.

Sébastien Mélières

El documental que se podrá ver gratuitamente en una plataforma digital en agosto es una obra que se debería enseñar en los colegios y en la televisión para llegar a un público masivo. El valor de “Paciente cero”, realizado por el cineasta Eduardo Alcívar y producido por su hermano Raúl, director general de la clínica, va más allá de un homenaje a sus propios médicos. A través de ellos, todo el personal de salud del país podrá sentirse identificado. A lo largo de una hora médicos, enfermeras y personal administrativo del Hospital Alcívar cuentan cómo empezaron a convivir con el virus, las medidas de bioseguridad, y el miedo de regresar a casa y enfermar a sus seres queridos. Con ellos nos adentramos en el día a día de una clínica donde los médicos de experiencia y los más jóvenes descubren su fragilidad y reafirman su vocación a salvar vidas.

¿Por qué “Paciente cero”?

Raúl Alcívar recuerda que cuando su hermano Eduardo visitó el país se reunieron con su madre y decidieron realizar un documental con calidad cinematográfica. “Eduardo es director de cine, se graduó en la New York Film Academy. Ha realizado comedias, comerciales, películas corporativas y cortometrajes. Conoce perfectamen

te la clínica y muy rápidamente supo cómo llevar a cabo la película. Además, hace 11 años ya había realizado el cortometraje “El día que salvé a Superman”, inspirado de un capítulo del libro que mi padre escribió pocos meses antes de fallecer”, recuerda Raúl, quien contó con la ayuda de la productora Preview.

Para armar el guion del libro “Lo que mis ojos vieron”, del director médico Juan Carlos Aveiga, sirvió mucho la cronología y todos los detalles sobre la llegada del paciente cero el 19 de febrero a la clínica, la elaboración de un comité de crisis, revivir las reacciones de los periodistas y de la sociedad civil, seguir el día a día de los médicos, las escasas respuestas y ayuda del Ministro de Salud, la falta de mascarillas a principios de marzo hasta la fatal noticia anunciando que Ecuador era uno de los países de la región más afectado por el COVID-19 ocupando el segundo lugar en número de muertes después de Brasil.

El documental esencialmente narrativo fue producido entre enero y abril de 2021 y es un condensado de 17 horas de filmación. El 80 por ciento de la obra consiste en entrevistas y dramatizados de los profesionales de la salud del hospital. Cada testimonio es desgarrador y lo original de “Paciente cero” es la ausencia de imágenes violentas. Todo pasa por la narrativa, cada médico está filmado de cerca, se nota su emoción al recordar lo impensable.

Momentos desgarradores

El documental empieza por tomas impresionantes de drones que enseñan una ciudad fantasma. Poco a poco nos acercamos a la clínica y nos quedamos con sus médicos. Eduardo Alcívar tiene un excelente manejo de las cámaras y de las luces. No hay imágenes de muertos ni de alborotos en la UCI. El drama es verbal, todo pasa a través de las palabras y emociones del personal de la salud. Los relatos del jefe de la UCI, el doctor Stenio Cevallos son escalofriantes y cuando Maribel Villalta, supervisora de la unidad de cirugía ambulatoria cuenta cómo se enfermó de COVID y pasó a ser una enferma más, sus palabras conmueven. Llora recordando cómo rezó sin parar hasta deberle la vida al cuidado de sus compañeros. Hasta la coordinadora de caja, Jéssica Barreno, sensibiliza al público al contar cómo se tuvo que convertir en pañuelos de lágrimas para familiares que perdían un hijo o sus padres. “Me contaron cómo enterraron a un ser querido cerca de su casa”, recuerda. “No había espacio en las morgues, en los cementerios. Era una impotencia total”, añade.

Un joven doctor recordó el día que un señor sacó un arma de fuego para que le den una cama. Cada médico tiene sus heridas de guerra porque así nombran este último año: una guerra y terminan respirando entre sus cicatrices. “Ahora no me cuesta tomar decisiones”, dice el uno. “Todos somos epidemiólogos”, acota otro. “Amo más, soy más humano”, sentencia uno más.

Al entrar a la función de “Paciente cero”, organizada para los médicos del Hospital Alcívar, no conocía a nadie. Cuando terminó quería abrazar a todos. Hay que escuchar los testimonios de los héroes de la salud, nos humanizan y nos conmueven. Prohibido olvidar lo que hicieron para nosotros.

El documental esencialmente narrativo fue producido entre enero y abril de 2021 y es un condensado de 17 horas de ƿOPDFL´Q (O 80 por ciento consiste en entrevistas y dramatizados de los profesionales GHO KRVSLWDO

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