Editorial Vistazo

Otto Sonnenholzner

Por Cecilio Moreno Mendoza cmoreno@vistazo.com

Otto Sonnenholzner, exvicepresidente de la República, opina sobre los gobiernos de Moreno y de Lasso, cuenta que recorre el país buscando consolidar una estructura nacional basada en líderes cantonales exitosos y “no digo que no, ni digo que sí” a la Alcaldía de Guayaquil.

Nos atendió desde Heidelberg, Alemania, adonde viajó a mediados de julio para acompañar a una de sus tías durante un tratamiento oncológico. El Hospital Universitario de esa ciudad tiene 633 años, es el más antiguo de Europa y es especialmente conocido por sus investigaciones contra el cáncer. “Pertenece a la universidad donde yo estudié aquí en Alemania”, nos comenta Otto Sonnenholzner Sper.

Heidelberg está al suroeste de Alemania y a algo más de cuatro horas en carro desde Amerang, el pueblo natal del marino Georg Sonnenholzner, bisabuelo del exvicepresidente.

Otto a sus 38 años siente que su vida ha avanzado rápido y firme: “Ya soy todo lo que quiero ser. Tengo éxito empresarial, salud, tres hijos sanos y una mujer que me quiere”.

Ha pasado ya un año desde que renunció a la Vicepresidencia de la República. El tiempo, a veces, expli

ca mejor las cosas, ¿Por qué lo hizo?

Yo renuncié por una razón y con un objetivo y lo dije. Cuando salí era para ayudar desde mi lugar a que el Ecuador se encamine definitivamente hacia la democracia, hacia la libertad, y creo que eso se consiguió. Mis aportes fueron claros y evidentes sobre todo en territorio y en comunicación con la gente. Y fueron aportes que sin duda, más allá del triunfo de Lasso, contribuyeron a que el país encuentre ese camino hacia la democracia que creo que está representado en la propuesta del presidente Lasso.

En esos días desde muchos sectores se esperaba ver su nombre en la papeleta presidencial…

Yo nunca dije que era candidato a nada. Dije que iba a ayudar a construir un camino hacia allá, que lo hacía desde fuera del poder, para que no se confunda este esfuerzo con el mal uso de recursos públicos. Por eso salí sin privilegios, sin sueldo vitalicio, sin nada. Salí a ayudar y en eso estuve trabajando todo el tiempo. Y gracias a Dios las cosas funcionaron, digamos, y se cumplió ese objetivo.

¿Es decir que usted cree que ayudó al triunfo de Guillermo Lasso?

El trabajo que pude hacer recibió un reconocimiento de la ciudadanía. Y ese capital político, tenía que ser utilizado en beneficio del país. No para tenerlo enmarcado en un cuadro, sino en beneficio de que los ecuatorianos puedan tener una orientación adecuada, que fue lo que hice. Siempre dije: no te voy a decir por quién votar, pero voy a hacer todo lo posible para darle a la ciudadanía las herramientas que le permitan tomar la decisión correcta.

Y aquí estamos, ya más de un año después de mi renuncia, tranquilo cuando menos. Viendo lo que ocurre en la región, el Ecuador terminó convirtiéndose en una excepción de elección de alternativas democráticas.

El gobierno de Moreno terminó con muy baja popularidad, pero ¿qué cree que hizo bien Lenín?

Como todos los gobiernos, tuvo errores y aciertos. Entre sus aciertos está haber ayudado al Ecuador a retomar ese sendero. Creo que si yo participé de ese gobierno sin ser parte de ese movimiento, de ese proyecto, fue porque reconocí una intención seria de dejar atrás el autoritarismo, el abuso de poder, la impunidad. Esa transición hacia la democracia, creo que es en gran parte, por lo que se recordará con el tiempo al gobierno del presidente Lenín Moreno.

¿Y cuáles fueron los errores?

Chuta, mejor hablemos de los míos, porque no me gusta hablar de los errores de otros, le soy sincero. Si quiere hablar de los míos, encantado.

Hablamos de los errores del gobierno que ƿnalmente nos afectan a todos los ecuatorianos.

Yo era Vicepresidente y estuve a cargo de temas puntuales y creo que la gente supo reconocer que hice más allá de lo que estaba obligado a hacer por sacar adelante al país. Hubo una crisis muy grave en octubre y luego la pandemia. Fueron dos eventos muy traumáticos. El otro día vi que querían hacer un juicio político por incumplimiento de metas. No hay país en el planeta que haya logrado cumplir sus metas. Esta pandemia aún no termina. El impacto en el Ecuador fue muy duro, sobre todo al inicio, pero luego creo que el Ecuador también se convirtió en uno de los primeros países en lograr algún tipo de estabilidad en materia de la pandemia. Y usted veía que mientras India, Perú, Brasil, California en los Estados Unidos, volvían a colapsar, el Ecuador sí siguió teniendo problemas, pero tuvo cierta, entre comillas, normalidad. Y eso no es menor. Es un mérito que se debió en su momento a decisiones acertadas y oportunas.

¿Y los errores?

Permítame y le doy el teléfono del presidente Moreno y que hable él por su gobierno…

Su relación con Lenín Moreno, ¿se afectó con su salida?

A ver, yo siempre he tenido una relación cordial y sobre todo de agradecimiento con el presidente Moreno por haberme brindado la oportunidad de servir a mi país. Y en eso he sido siempre claro. Más allá de las diferencias que yo pueda haber tenido con quien sea, con cualquier miembro de su gobierno, de mi parte siempre habrá gratitud.

¿Tendremos a Otto Sonnenholzner en política para rato?

Es una pregunta difícil, porque en nuestro país un mes en política equivale a cinco años en Alemania, más o menos. Entonces, así como yo hace tres años no existía en la vida pública, habrá que ver dónde estoy en dos más. Pero sin duda alguna, siempre estaré dispuesto a servir y creo que lo demostré en las elecciones anteriores, cuando supe mostrar desprendimiento. Ceder no es perder. Es permitir que otras alternativas surjan. Jugaré el rol que, insisto, corresponda a beneficiar a los ecuatorianos. Ya vienen elecciones seccionales. Estoy trabajando a nivel nacional, recorriendo, hablando con líderes para poder presentar buenas alternativas en todo el país.

¿Busca buenas alternativas con algún grupo político existente u organizando el suyo propio?

Bueno, estamos tratando de construir estructuras a nivel nacional. Cuando yo hablo de buenas alternativas, lo que quiero decir es que para mí la política no se trata de ser, sino de hacer. Yo no quiero ser nada en especial. Pero si usted identifica en un cantón, un alcalde que hace bien las cosas que los hay y muchos en el país,

“Si yo participé de ese gobierno sin ser parte de ese movimiento, de ese proyecto, fue porque reconocí una intención seria de dejar atrás el autoritarismo, el abuso de poder y la impunidad”.

“En el Ecuador las noticias casi siempre son las mismas por los mismos tiempos. Todos los años por estas fechas hay cuando menos un conato de paro arrocero, porque por esta fecha justamente caen los precios del arroz”.

hay que apoyarlo, independientemente de qué partido sea. Igual con los prefectos. Entonces, en eso estoy, identificando esas autoridades y diciéndoles que contarán con el respaldo de lo que sea que yo represente en ese momento. Lo estoy tratando de hacer en los 221 cantones, poniendo énfasis en las principales ciudades y provincias.

¿Cómo ve al Municipio de Guayaquil en ese aspecto?

Creo que hay que presentar una buena alternativa a la ciudad. En eso voy a trabajar.

¿Usted sería esa alternativa?

He aprendido a nunca decir nunca. No digo que no. Ni le digo que sí. Falta todavía un año y medio para esa decisión. La ciudad, como una urbe tan importante del país necesita recuperar el orden y el liderazgo, sin duda alguna.

Y en Quito, ¿cómo ve la situación del alcalde Yunda?

Compleja, incierta. Me parece que lo que ocurre con el alcalde Jorge Yunda puede convertirse también en una suerte de efecto dominó en otras ciudades del país. Y cuidado, a veces mezclamos lo judicial con lo político.

¿Qué debemos esperar del gobierno de Guillermo Lasso?

Veo un gran esfuerzo de vacunación. Las vacunas están llegando y no solo eso, se están aplicando. El día de ayer vacunaron a 300 mil personas. O sea, es un récord que yo le digo con conocimiento de causa, es muy difícil de romper. Están muy por encima de las expectativas que yo mismo hubiese tenido y no merece más que una felicitación. Le soy sincero y nos llena de esperanza a todos.

¿El actual aumento de la conǀictividad social con paros y amenazas es preocupante?

En el Ecuador las noticias casi siempre son las mismas por los mismos tiempos. Todos los años por estas fechas hay cuando menos un conato de paro arrocero, porque por esta fecha justamente caen los precios del arroz. Estuvieron muy altos hace cuatro meses, por encima de 40 dólares y hoy están por debajo de la mitad. Sí hay una sensación de que existen intenciones de ciertos actores políticos de generar caos, porque ellos encuentran en el caos y en la revuelta la justificación de su existir, pero no las soluciones a los problemas del Ecuador. Estas son personas que hacen del caos la revuelta y del desorden social plataforma política para fines personales.

Creo que el gobierno del presidente Lasso, si quiere hacer algo mejor que el gobierno del presidente Moreno, tiene que hacer esos cambios que piensan deben de hacer, porque es el programa de ellos el que ganó en las urnas. Y deben hacerlos ya, apenas terminen de vacunar. Aprovechar esa fortaleza que van a ganar gracias a ese éxito, para que ellos mismos sean los que las cosechan. Al inicio toda decisión estructural económica genera malestar, pero en el mediano plazo genera desarrollo, sostenibilidad, crecimiento.

¿Por dónde empezar los cambios? ¿La seguridad social?

Mire, la Seguridad Social tiene serios desafíos de sostenibilidad. Algo hay que hacer. Todo el mundo dice que el Estado ponga tanto y suena bien. Pero es una caja que está vacía. Yo hice siete mesas de acuerdo nacional, una de ellas fue la de Seguridad Social y lamentablemente fue la única que tuvo pocos avances. Pero se llegó a consensos, por ejemplo, con el sector privado para que sea el empleador el que asuma un porcentaje adicional de aporte para la jubilación patronal. Hoy la jubilación patronal es un beneficio de muy pocos y en algunas empresas se convierte en una suerte de motivo para anticipar despidos. Ese era un paso para ir cambiando el modelo de la Seguridad Social. Creo que tienen que ir identificando los otros pasos para dar primero sostenibilidad en salud y en jubilaciones ya que está muy, muy incierto el futuro de esa sostenibilidad. ¿La economía?

El otro desafío está en cómo van a equilibrar la caja fiscal. El presidente Lasso le está apostando al incremento de la producción petrolera. Bueno, veamos. Ojalá pueda llegar a 800 mil barriles diarios, que creo que es la meta que se ha planteado. Eso es casi el 90 por ciento de incremento de la producción actual. Los oleoductos permiten ese crecimiento. Ahí puede haber otros 3.000 o 4.000 millones de dólares para la caja fiscal. El crecimiento económico de este año debería estar en torno al tres por ciento. Pero el próximo ojalá sea mucho más para con eso ir solucionando los problemas del país.

RECORRIENDO EL PAÍS. “Estoy identificando alcaldes exitosos que los hay y muchos y diciéndoles que contarán conmigo de lo que sea que yo represente. Lo trato de hacer en los 221 cantones”. “Me parece que lo que ocurre con el alcalde Yunda puede convertirse en una suerte de efecto dominó en otras ciudades del país. Y cuidado, a veces mezclamos lo judicial con lo político”.

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2021-07-22T07:00:00.0000000Z

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